En cumplimiento del Acta Constitutiva de la Federación del 31 de enero de 1824, que dio origen a las entidades federativas, incluyendo al Estado de México, el 2 de marzo del mismo año quedó instalado el primer Congreso Constituyente de la entidad, reconociéndose esta fecha como el día de la fundación del Estado de México. Respecto a la función notarial, previamente a la referencia a su desarrollo en la provincia mexiquense, se citan algunos antecedentes históricos anteriores a la expedición en 1875 de la primera ley sobre la materia en el Estado.
La figura del Notario a través del tiempo es sólida, la certeza y seguridad jurídica de su actuación ha dejado huella en la historia, sus orígenes se remontan a los escribas egipcios y los tabeliones y tabularis romanos. En la cultura occidental, en un principio al Notario se le denominaba escribano, que era un especialista en la redacción de actos jurídicos, su oficio se amplió al conocimiento del derecho y adquiere fe pública, inicialmente de manera frágil hasta ser legislativamente aceptada.